martes, 22 de octubre de 2013

La Luna y las plantas




La Luna y las plantas

La "calidad" de la tierra, la humedad del ambiente, las lluvias y el clima en general... son solo algunos de los factores presentes que lograràn que las plantas y àrboles se desarrollen de una u otra manera. Pero tambièn hay otra influencia muy importante y son las diferentes fases de La Luna

¿Nunca te ha ocurrido de plantar una semilla de planta comestibe (huerta) y que crezca de modo sorprendentemente ràpido pero que a su vez semille prontamente sin poder "aprovechar" la planta para consumirla? Pues este es solo un ejemplo de cómo la energia de la Luna ejerce su fuerza en los vegetales.
Para poder sincronizarnos con su ciclo, detallaremos en modo sencillo pero pràctico cada Fase Lunar...



* Luna Nueva:

El flujo de la savia desciende y se concentra en la raiz.
Es una fase adecuada para plantar y/o podar árboles (especialmente de hojas redondas). Se recomienda realizar siembra de tomates y podas de plantas de interior.
Buen momento para cosechar plantas de raiz como la zanahoria por ejemplo, quitar hierbas y abonar.


* Cuarto Creciente:

El flujo de la savia comienza a ascender y se concentra en tallos y ramas.
Ideal para realizar todo tipo de tareas de jardìn y huerta. Colocar plantas con frutos y/o flores. Y de hojas como acelga, lechuga, etc.
Durante esta fase de debe regar menos.
Tambièn es el momento propicio para remover la tierra.


* Luna Llena:

El fujo de la savia asciende se concentra en la parte superior de la planta, copas de los arboles, frutos, hojas, flores.
Es ideal para el trasplante de plantas de interior. Ademas se recomienda abonar las pantas durante esta fase.
Cosechar frutos y hortalizas de hoja.

* Cuarto Menguante:

El fujo de la savia comienza a descender.
Buen momento para sembrar plantas de raiz y para los trasplantes.
Tambièn es buen momento para pulverizaciòn.


Estos magnificos cambios se dan por un equilibrio en la cercania de la Luna hacia la Tierra. Notemos que en Luna Llena este astro està mas cerca nuestro y por ende con su gravedad influye en los objetos de la Tierra, tales como la marea y la savia.

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